domingo, 24 de enero de 2010

EL VERDE

Por Javier (L.B.)

Día gris en el Valle de Tena. Aprovechando que la nieve llega hasta cotas bajas elijo El Verde como objetivo de mi excursión, de 2295 m de altitud. Una bella montaña situada próxima a la localidad de Panticosa, de aspecto amable y esquiable por todas sus vertientes, especialmente por su cara norte.

Salgo del aparcamiento de la estación de esquí de Panticosa y tomo un sendero que comienza detrás del edificio del telecabina. Como se encuentra cubierto de nieve, a los 10 minutos decido calzarme los esquís.


Tras una primera parte algo llana siguiendo el citado sendero, se cruza el río Bolatica, tras lo cual la pendiente se acentúa y se empieza realmente a ganar altura, todavía por zona de bosque.




A la salida de la zona de bosque, el paisaje se abre, pudiendo contemplar la montaña y su vía de acceso. Decido seguir la huella que encuentro y que avanza por la vertiente noroeste, que no es la que tengo previsto descender, pero que asciende de forma más directa.




En cuanto se sale del bosque la pendiente se acentúa, y haciendo amplios zig-zags se gana altura rápidamente.
El brillo de la nieve delata la nieve costra que voy a encontrar en el descenso:

Alcanzo la cima finalmente. Durante la ascensión el tiempo ha empeorado un poco, incluso han caido algunos pocos. Hacia el sur se puede contemplar la soberbia muralla que forma la peña Sabocos.

Para el descenso sigo una vía diferente a la subida, por un bonito valle que se abre al norte del pico. Durante la primera mitad encuentro nieve costra. Más tarde nieve húmeda . No obstante, a pesar de la mala nieve, subir una montaña y descenderla esquiando siempre vale la pena.
Más información:



sábado, 23 de enero de 2010

PEIRALUN Y ESTREMERE

Por Javier (L.B.)

Típica combinación de picos accesibles desde ambas vertientes del Portalet. Se trata de dos ascensiones relativamente asequibles con descensos continuados si se encadenan en este orden.



Tras dejar el coche en el aparcamiento del Portalet de la estación de esquí de Formigal, partí en dirección este en busca del Puerto Viejo de Sallent (1849) siguiendo una travesía casi horizontal. Desde allí, por nieve dura, afronté las pendientes que llevan al hombro que desciende del pico Peiralun. Progresivamente la pendiente se va acentuando y, sin poder desprenderme de las cuchillas en toda la ascensión, fui ganando altura por la amplia pala que, orientada hacia el oeste, desciende del pico.

Algunas decenas de metros por debajo de la cumbre cambié los esquís por los crampones, ya que al final la pendiente se acentúa y la nieve estaba demasiado dura como para continuar foqueando.

Así, acompañado de numerosos montañeros que me fui encontrando por el camino, alcancé la cumbre, que no es sino el primer resalte de la larga sucesión de cimas fronterizas que se prolongan desde el pico de Palas hasta el puerto del Portalet, pasando por el Arriel, Petit Arriel, Soba, Soques, Ourade y finalmente la más modesta, pero muy esquiable Buega Peiralun (2441), o Peyrelue para los franceses.




Desde allí, la vista es amplia hacia el este.




Un pequeño descanso, quitar focas, apretar las botas, y hacia abajo.
Los primeros giros por nieve dura y con cierta pendiente hacen crujir los cantos de los esquís, haciendo giros cortos y controlando la velocidad, ya que el viento de días anteriores ha dejado algunas rocas al descubierto.



Conforme se pierde altura, la nieve está algo más blanda, y así se alcanza el Puerto Viejo de Sallent.
Vuelvo a poner las pieles de foca en busca del siguiente objetivo, el Pico de Estremere:



Por terreno cómodo se salvan los 300 metros de desnivel que separan el collado de la cumbre (2165). Esta montaña cuenta con dos cumbres, una rocosa y otra de relieve más suave y aspecto aplanado, que es la que se asciende con esquís.



Enlazando estas dos cimas en este orden se aprovecha el 100% de la bajada, ya que se evita la travesía inicial, casi plana, que ahora ma habría obligado a remar en caso de volver directamente desde el Peiralun al coche.

Desde la cima del Estremere se podía contemplar una bonita perpectiva del Midi y su hermano pequeño, el Peyreget:


El descenso directo por la cara oeste de esta montaña hasta el aparcamiento de Formigal me permitió disfrutar de algunos giros muy agradables sobre la nieve transformada.

domingo, 10 de enero de 2010

ARROYERAS

Por Javier (L.B.)

Después de varios días de tiempo inestable y fuertes vientos, el día amanece gélido pero perfecto para la práctica del esquí de montaña. No obstante, el alto riesgo de aludes aconseja ser prudentes y dejar para más adelante objetivos ambiciosos.

Elegimos el pico Arroyeras, una montaña de altitud modesta que parece haber sido creada para ser esquiada. Dado que se trata de una zona donde se acumula mucha nieve deberemos estar especialmente vigilantes a la hora de tomar las decisiones oportunas.

Disfrutando de una nieve polvo extremadamente seca y ligera comenzamos la ascensión por una huella que otros que marchan algo por delante acaban de abrir.





Tras una primera parte muy plana siguiendo el barranco de Culibillas, nos separamos de éste por una sucesión de palas orientadas al norte.


En la parte final se supera un collado y se cambia de vertiente. Ascendemos con crampones por una pala soleada manteniéndonos cerca de la arista para subir con mayor comodidad.





El la cima las vistas son espectaculares en todas las direcciones.



El Midi d'Ossau y las soleadas laderas del Espelunciecha sobre la planicie que ocupan los ibones de Anayet:


Mirando hacia las Frondellas, Balaitous, Arrieles, Palas...:






El descenso no nos defrauda, y nuestros esquís anchos nos permiten disfrutar de una nieve que raramente podemos encontrar en nuestras montañas:




Tras descender desde la cumbre hasta el Barranco de Culibillas, decidimos iniciar una nueva ascensión. Elegimos una cota algo secundaria de 2245 m situada al este del pico Espelunciecha que algunos denominan pico de la Glera por situarse sobre la Glera de Anayet.


En la parte final nos encontramos con algunos esquiadores pisteros que ascienden con los esquís al hombro desde la cercana traza del ski-ratrak de Formigal.

Una vista desde la cumbre hacia la siniestra cara nordeste del Arroyeras:


La bajada nos permite evitar la aburrida zona plana del Barranco de Culibillas a cambio de alguna pala bonita.



Más información sobre el itinerario:

[ARROYERAS]

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