Día de total disfrute en esta montaña panticuta tras varios días de nevadas tardías, verdadero obsequio que nos ha traído la primavera.
Este es el aspecto que presentaba el pico Escuellas que desde la pista de la Ripera se asemeja a una gran pirámide de roca y nieve.
Aproximadamente a unos 1600 metros de altura se calzaban los esquís.
La ascensión discurre por la cara norte de esta montaña, que conservaba la nieve en un estado casi perfecto.
En la travesía final que conduce al collado bajo la cima, en el que hemos dado por concluida la ascesión:
Vistas hacia el Mallaruego y Ordiso, muy cargados de nieve, como suele ser habitual.
No hay que irse muy lejos para esquiar "powder":
Con esquí alpino o con telemark:
Tal vez sean los últimos días de la temporada para disfrutar de la nieve polvo. No obstante, la primavera promete.
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