sábado, 23 de enero de 2010

PEIRALUN Y ESTREMERE

Por Javier (L.B.)

Típica combinación de picos accesibles desde ambas vertientes del Portalet. Se trata de dos ascensiones relativamente asequibles con descensos continuados si se encadenan en este orden.



Tras dejar el coche en el aparcamiento del Portalet de la estación de esquí de Formigal, partí en dirección este en busca del Puerto Viejo de Sallent (1849) siguiendo una travesía casi horizontal. Desde allí, por nieve dura, afronté las pendientes que llevan al hombro que desciende del pico Peiralun. Progresivamente la pendiente se va acentuando y, sin poder desprenderme de las cuchillas en toda la ascensión, fui ganando altura por la amplia pala que, orientada hacia el oeste, desciende del pico.

Algunas decenas de metros por debajo de la cumbre cambié los esquís por los crampones, ya que al final la pendiente se acentúa y la nieve estaba demasiado dura como para continuar foqueando.

Así, acompañado de numerosos montañeros que me fui encontrando por el camino, alcancé la cumbre, que no es sino el primer resalte de la larga sucesión de cimas fronterizas que se prolongan desde el pico de Palas hasta el puerto del Portalet, pasando por el Arriel, Petit Arriel, Soba, Soques, Ourade y finalmente la más modesta, pero muy esquiable Buega Peiralun (2441), o Peyrelue para los franceses.




Desde allí, la vista es amplia hacia el este.




Un pequeño descanso, quitar focas, apretar las botas, y hacia abajo.
Los primeros giros por nieve dura y con cierta pendiente hacen crujir los cantos de los esquís, haciendo giros cortos y controlando la velocidad, ya que el viento de días anteriores ha dejado algunas rocas al descubierto.



Conforme se pierde altura, la nieve está algo más blanda, y así se alcanza el Puerto Viejo de Sallent.
Vuelvo a poner las pieles de foca en busca del siguiente objetivo, el Pico de Estremere:



Por terreno cómodo se salvan los 300 metros de desnivel que separan el collado de la cumbre (2165). Esta montaña cuenta con dos cumbres, una rocosa y otra de relieve más suave y aspecto aplanado, que es la que se asciende con esquís.



Enlazando estas dos cimas en este orden se aprovecha el 100% de la bajada, ya que se evita la travesía inicial, casi plana, que ahora ma habría obligado a remar en caso de volver directamente desde el Peiralun al coche.

Desde la cima del Estremere se podía contemplar una bonita perpectiva del Midi y su hermano pequeño, el Peyreget:


El descenso directo por la cara oeste de esta montaña hasta el aparcamiento de Formigal me permitió disfrutar de algunos giros muy agradables sobre la nieve transformada.

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