Por Javier (L.B.)
Despedida de la temporada con ascensión a un clásico del esquí de montaña, el Pic du Néouvielle, lugar de peregrinación para los que disfrutan apurando las últimas nieves pirenaicas de principios de verano.
Esta temporada, debido a que junio ha sido templado con algunas precipitaciones en forma de nieve en cotas medias, la nieve ha aguantado aquí hasta el final en muy buenas condiciones y en cantidad suficiente para poder gozar de un desnivel aceptable con un porteo soportable.
En esta ocasión me acompañó mi amigo Tete, que ascendía a pie, con quien llegué al Lac d'Aubert (2150 m) a última hora del viernes para plantar la tienda en la zona autorizada de vibac que hay junto a la presa.
Comezamos la ascensión con las primeras luces siguiendo el sendero que lleva a la Brecha Barris.
Tras aproximadamente una hora de porteo alcanzamos la mencionada brecha, a unos 2450 metros de altitud, que nos permite introducirnos en la cuenca del glaciar de Néouvielle. Desde ese punto la nieve era continua.
Progresando por terreno cómodo fuimos ganando altura con la compañia de otros grupos de montañeros, todos ellos a pie.
Finalmente alcanzamos el pie de la rocosa cima, a la que ascendimos fácilmente por una corta y sencilla chimenea.
Tras tomar un tentempié y hacer algunas fotos desde este mirador privilegiado del Pirineo Central, iniciamos el descenso.
Debido a la alta temperatura, la nieve estaba algo húmeda y pesada por arriba, aunque se dejaba esquiar. Más abajo mejoraba, pareciéndose más a la típica nieve apelmazada de nevero.
Así, tras una esquiada de unos 600 metros de desnivel alcancé la zona de rocas que da acceso a la Brecha Barris. Como mi amigo Tete, que iba andando, todavía iba a tardar algo en llegar, volví a poner las pieles y ascendí por la cuenca que queda algo más al este de la subida normal durante unos 300 metros de desnivel, con una nieve incluso algo mejor, lo que me permitió disfrutar de una bajada adicional como broche final a esta temporada que ha sido excepcional en los Pirineos por cantidad y calidad de nieve.
Ahora toca disfrutar del verano hasta que, con algo de suerte, nos visiten las primeras nieves dentro de poco más de cuatro meses.
